The Shred Chronicles.

domingo, 6 de febrero de 2011

BITÁCORA DEL CAPITAN [Part I]

Capítulo I: "Cagar quedó en el pasado".


Habiéndome Maxi invitado a acompañarlo en su épica travesía, me dispuse entonces a partir hacia la provincia que me vio nacer. Aquel lugar místico (?) que guarda los indescifrables secretos de mi origen. Ni tan tan ni muy muy, en realidad pero fue así como emprendimos el viaje hacia la mágica terminal de Retiro. Fue el joven y fornido Aldo con sus envidiables dotes automovilísticos quien amablemente nos alcanzó hacia el lugar y su plena juventud nos infundió asombro y fue más que suficiente para cargarnos de buenas vibras y una virilidad tan poderosa como infame.

Al cargar nuestro equipaje, resultaba dificil obviar los (muy) prominentes pechos de la hembra que detrás nuestro se ubicaba, en la fila para dejar las maletas. Durante la inoportuna tardanza de quien ubica los bolsos y demás, la fornicable dama preguntó muy sensualmente: "¿ES ESTA LA FILA PARA DEJAR LAS COSAS, NO?", ya que ella había llegado cuando dicho muchacho no había vuelto aún de donde carajo sea que estuviese en aquel momento.
Mi buen compañero de rutas, Maximiliano, respondió afirmativamente.
Fue un comentario acertado, ya que fui maliciosamente distraído por sus gigantescas mamas y la pregunta tardó unas vueltitas demás hasta que entendí lo que preguntó. Si hubiese tenido que contestar yo, posiblemente la respuesta fuese: "PIJA", o bien "DISCULPÁ. TE ESTABA MIRANDO LAS TETAS, NO TE PRESTÉ ATENCIÓN A LO QUE DIJISTE".

Tras este aislado incidente, "asientos 5 y 6, arriba" fue el anuncio del bienaventurado guarda al presentar nosotros nuestros boletos y fue allí hacia donde nos dirigimos.
Preguntándome, quizás, cómo era posible que un tema de Babasónicos figurara en el PES 2011, me dispuse a reposar gallardamente mis nalgas sobre el asiento que me había tocado en suerte.

Anuncié vía móvil a algunas personas sobre mi inminente partida y finalmente nos dispusimos a viajar. Un pelotudo nos encerró con otro micro y casi morimos a metros de la plataforma donde nos subimos.
PPPPPELOTUDO!

Afortunadamente no fue ese el caso.

Nos dieron caldo.
Yo no tomé.


Después carne con arroz, ensalada y no sé q mierda. Todo rico excepto las arvejas que estaban medio misteriosas.
MISTERIOSAS.


Había flan de postre y se lo comuniqué muy alegremente a mi vocera oficial, conocida también bajo su pseudónimo "Baumgatzy".


Dieron una película de mierda y me quedé dormido.

Al rato llegamos.



FIN del capítulo I

1 comentario:

  1. Voy a resaltar un comentario nomás: "Todo rico excepto las arvejas que estaban medio misteriosas.
    MISTERIOSAS."

    Es genial.

    Seguís siendo un capo, amigo mío :D

    ResponderEliminar